Ser revolucionarios y revolucionarias, es aprender a ser consecuentes con cada uno de nuestros actos. No es el que digamos, ni que tan alto lo gritemos, es el cómo actuamos que mide nuestra calidad humana y nuestro compromiso con la revolución tan necesaria para nuestro pueblo.
Ser consecuente, es además compartir la capacidad de indignación de la que nos hablaba el maestro Guevara. Esa capacidad de indignarnos por las injusticias, no importa contra quién, no importa en qué rincón del mundo.
En AenR nos indignamos, por el reciente despido injustificado de la compañera Lennis Fajardo. Una periodista de Radio Globo que dió todo durante los días oscuros de la represión masiva. Una compañera que compartió el gas lacrimógenos, en la marcha, en la toma, en ese crecer revolucionario que todos y todas conocimos.
En AenR nos indignamos, ante una casa de radio que se muestra igual a las empresas oscuras de la oligarquía, que solo usó la resistencia para acumular audiencia y posicionarse políticamente en un nuevo escenario, que desprecia a sus empleados, que los ve como objetos descartables carentes de derechos.
Y porque en AenR nos indignamos, en AenR nos solidarizamos con la compañera Lennis Fajardo y con todos y todas los y las periodistas que injustamente han sido callados en esa casa de radio que cada día sintonizamos menos, consecuentemente.
AenR
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