El Murciélago Vuelve a Casa
Por: Roger Rodas
No hay símbolo, idea o sonido que represente mejor a un glifo que la cálida sonrisa de un niño; desde nuestro punto de vista como Colectivo Cultural PALAPAN, no encontramos mejor conclusión para definir el éxito de lo que fue éste primer ensayo del “Taller Introductorio de Epigrafía Murciélago de Xukpí”. Las jornadas dieron inicio el miércoles 20 de abril a las nueve de la mañana en la sede de la Biblioteca Pública de Copán Ruinas con el apoyo de la Escuela de Arte Sacbé, siendo la sumatoria de nuestros dedos en manos y pies el numero base del cual partiríamos en la cuenta del tiempo hasta lo que hoy son nuestros días y donde se apunta el final de una era y la renovación de un nuevo ciclo.
Barras y puntos regresaron en las agujas del reloj, relatándonos viejos amaneceres y atardeceres que con el paso del tiempo dieron vida a tres calendarios, cuyos patrones rigieron la vida de la nación del jaguar y de la serpiente. Durante cientos de años el mundo dio por perdido el sabio conocimiento de los antiguos mayas, sobre todo cuando aquel fatídico 12 de julio de 1562 el obispo de Yucatán Fray Diego de Landa ordenó la quema de miles de códices en un acto de Fe realizado en el pequeño pueblo de Maní. Pero lo que es benigno perdura y aunque su búsqueda parezca eterna su recompensa también lo es infinita, hoy quinientos años después nuevamente el murciélago ha vuelto a casa, ha regresado, nos ha devuelto la sabiduría perdida, los niños no sólo comprendieron el juego y significado de la numeración maya, conocieron sus diferentes variantes en glifo, la cual es su escritura original, igual lo hicieron para los días y meses de los calendarios y por supuesto, para identificar los glifos emblemas que representaban a cada una de las ciudades mayas del periodo clásico terminal. La actividad concluyó el jueves 21 de abril con una visita al parque arqueológico de Copán, y es aquí donde el éxtasis de nuestra imaginación se saturó, al ver como los niños redescubrieron el legado de nuestros antepasados, logrando identificar fechas y glifos emblemas en algunas de las estelas de Copán, por miles de años esperaron estos magníficos monumentos la llegada de sus verdaderos dueños, los descendientes de los brujos de las luciérnagas, aquellos que aún portan flores en sus manos y esperan la lluvia de mayo.
Manos, dedos y pies, un árbol de la vida y sus trece niveles superiores, una gran cuenta larga que dio inicio hacia un 13 de agosto de 3114 AC con la Tortuga de Orión y que llega a su fin el próximo año, cinco mil ciento veinticinco años de lucha, de evolución, de resistencia, la llegada de un nuevo ciclo se aproxima, y desde el Colectivo Cultural PALAPAN como Artistas en Resistencia, vinculo matricial al cual estamos unidos, nunca renunciaremos a la revolución con todas sus armas y esto incluye siempre el arte en todas sus expresiones, tratando siempre de reivindicar la lucha de nuestros pueblos originarios y enseñándole al mundo que todavía SEGUIMOS VIVOS y VIVAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario