Gabriel Celaya.
El pasado sábado 12 de febrero, tuvimos el privilegio de contar con la presencia de Karla Lara en Madrid, quien regresaba del Foro Social 2011 en Dakar.
Cuando Karla nos dio la noticia empezamos a aunar esfuerzos para organizar una actividad política y artística, no podíamos desaprovechar la oportunidad, su voz tenía que encontrar un espacio en Madrid. Ni la premura con la que surgió todo, ni una sucesión de percances que amenazaron la actividad nos impidieron seguir adelante.
Las voluntades de muchas personas se sumaron para que ese encuentro fuera posible. Emilio, un músico rockero madrileño que acompañó a Karla con la guitarra en un ejercicio de virtuosismo en el escenario. El espacio cedido por el Marx Madera, que frente a la amenaza de cierre del local, responde con más actividades, extendiendo redes de solidaridad internacional. El viaje exclusivo de personas venidas de diferentes puntos de España para acompañarnos en la actividad. La presencia de hondureños y hondureñas que siguen y acompañan el proceso de cambio de Honduras, y el apoyo incondicional de personas que hacen suyas las luchas justas de todos los pueblos.
Es difícil presentar a Karla ante un nuevo público porque todos los adjetivos se quedan cortos. Cantautora, Feminista, Artista en Resistencia, y luchadora infatigable. Quienes hemos seguido la trayectoria de Karla y además tenemos el privilegio de compartir su amistad, hemos visto su perseverancia en un oficio con tantas dificultades como es ser trabajadora del Arte en Honduras. Su compromiso es una constante en su carrera. Su canción es sentimiento, denuncia, lirismo y fuerza, en la que están presentes muchas voces.
Como decía Octavio, un amigo cineasta que acudió al concierto: “ Karla nos hizo partícipes de un momento especial con la ternura de su voz y unos textos nacidos de la poesía que tienen la virtud de fortalecer el alma y hacernos pensar, algo que en los últimos tiempos está pasando a los anaqueles de los museos.”
Viviendo lejos, uno tiene la certeza de que Honduras ya no será nunca más un país perdido en el mapa. Entramos en una nueva etapa de no retorno, el imaginario colectivo se ha transformado y con él, las posibilidades de cambio.
Gracias, Karla porque tu voz sigue siendo motor y fuerza. Gracias por tu inconformismo hecho canción y lucha.
Madrid, 14 de febrero
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